Learning by Doing: El aprendizaje activo como clave para la formación universitaria

El método Learning by Doing (aprender haciendo) se basa en el principio de que los estudiantes adquieren conocimientos y habilidades de manera más efectiva cuando participan activamente en la resolución de problemas y la ejecución de tareas reales.

Tiempo medio de lectura: 4 minutos

¿Qué es el método Learning by Doing y por qué es clave en la educación universitaria?

El método Learning by Doing (aprender haciendo) se basa en el principio de que los estudiantes adquieren conocimientos y habilidades de manera más efectiva cuando participan activamente en la resolución de problemas y la ejecución de tareas reales. A diferencia de la enseñanza tradicional basada en la memorización, esta metodología promueve el aprendizaje experiencial, permitiendo a los alumnos desarrollar competencias aplicadas en contextos reales.

En disciplinas como el marketing, la ingeniería y la educación, el Learning by Doing ha demostrado ser una estrategia eficaz para mejorar tanto las hard skills (habilidades técnicas) como las soft skills (habilidades interpersonales). Según una investigación aplicada en cursos de marketing, los estudiantes que participaron en esta metodología mejoraron significativamente su capacidad de resolución de problemas, comunicación, trabajo en equipo y creatividad, preparándolos mejor para el mercado laboral.

Además, este enfoque no solo favorece la retención de conocimientos, sino que también incrementa la motivación de los estudiantes, al hacerlos sentir protagonistas de su propio aprendizaje.

Beneficios del Learning by Doing en la educación superior

El uso de esta metodología en entornos universitarios ha demostrado múltiples beneficios que impactan directamente en la formación de los estudiantes:

1. Desarrollo de habilidades prácticas y transferencia de conocimientos

Los estudiantes no solo adquieren información teórica, sino que la aplican en situaciones reales, lo que facilita una mejor comprensión y retención del contenido. Este proceso de transferencia de conocimientos es clave en carreras como marketing, donde la teoría debe complementarse con la práctica para la toma de decisiones estratégicas.

2. Potenciación de la creatividad e innovación

El aprendizaje activo fomenta el pensamiento crítico y la capacidad de generar ideas innovadoras. Un estudio realizado con alumnos de marketing que implementaron Learning by Doing en proyectos de estrategia comercial reveló un incremento en su capacidad de diseñar soluciones creativas y disruptivas.

3. Fomento del trabajo en equipo y habilidades de liderazgo

Los proyectos grupales dentro del aprendizaje experiencial reflejan el entorno laboral real, donde la colaboración y la comunicación son esenciales. En el ámbito del marketing, por ejemplo, el trabajo en equipo es fundamental para diseñar campañas, gestionar clientes y analizar datos en conjunto.

4. Preparación para el mundo laboral

Los alumnos que han participado en programas basados en Learning by Doing se sienten mejor preparados para afrontar desafíos profesionales. La aplicación de esta metodología en cursos de marketing ha evidenciado que los egresados tienen una mayor capacidad para integrarse rápidamente en equipos de trabajo y resolver problemas en entornos de alta presión.

Estrategias para implementar Learning by Doing en la universidad

Para que la implementación del Learning by Doing sea efectiva en la educación superior, es fundamental contar con estrategias didácticas bien estructuradas. Algunas de las más utilizadas incluyen:

1. Proyectos reales con clientes o empresas

Una de las formas más efectivas de aplicar el Learning by Doing es a través de proyectos en los que los estudiantes trabajen con empresas reales. Esto les permite enfrentarse a desafíos concretos y desarrollar soluciones aplicables en un contexto profesional.

2. Uso de simulaciones y herramientas digitales

Las plataformas de simulación permiten que los estudiantes experimenten con situaciones de la vida real en un entorno controlado. En disciplinas como el marketing, se pueden utilizar simuladores de estrategias digitales o herramientas como Google Ads y SEMrush para diseñar campañas y medir su impacto.

3. Aprendizaje basado en retos (Challenge-Based Learning)

Este enfoque motiva a los estudiantes a resolver problemas complejos a través de la investigación y la experimentación. Un ejemplo en educación superior es la implementación de desafíos relacionados con estrategias de mercado, donde los estudiantes deben desarrollar planes de negocio innovadores y presentarlos ante profesionales del sector.

4. Evaluación basada en desempeño

Para medir el éxito del aprendizaje activo, es recomendable utilizar métodos de evaluación que reflejen el progreso en habilidades prácticas. Algunas técnicas incluyen presentaciones en público, portafolios digitales de trabajo y la evaluación entre pares.

El futuro del Learning by Doing en la enseñanza universitaria

El aprendizaje experiencial sigue evolucionando con la incorporación de nuevas tecnologías y enfoques pedagógicos. Entre las tendencias que marcarán el futuro de la educación superior destacan:

  • Realidad aumentada y realidad virtual: Estas herramientas ofrecen experiencias inmersivas donde los estudiantes pueden interactuar con escenarios simulados en tiempo real.
  • Gamificación en el aula: La inclusión de mecánicas de juego en el aprendizaje aumenta la motivación y el compromiso de los alumnos.
  • Aprendizaje híbrido: La combinación de experiencias presenciales y digitales permite una mayor flexibilidad en la enseñanza.
  • Uso de Open Educational Resources (OER): La cultura de los recursos educativos abiertos (OER) facilita el acceso a materiales de calidad para mejorar el aprendizaje autodirigido.

A medida que las universidades adoptan el Learning by Doing, los estudiantes adquieren una ventaja competitiva en el mercado laboral, al haber desarrollado habilidades prácticas alineadas con las necesidades del siglo XXI.


El método Learning by Doing está revolucionando la educación superior al transformar la forma en que los estudiantes adquieren conocimientos y habilidades. A través de la práctica, la experimentación y la interacción con el mundo real, esta metodología no solo mejora la formación académica, sino que también facilita la transición al ámbito profesional. Implementar estrategias efectivas de aprendizaje experiencial será clave para las universidades que buscan formar profesionales más preparados y competitivos en un entorno laboral en constante cambio.

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